Historia de los Cakes Lido

Esta es la historia de cómo llegaron estos cuatro cakes Lido y las cuatro cajas de gaseosas para mis soldados a un pequeño caserío de Morazán ese 24 de diciembre de 1986.

Ese 24 de diciembre había sido un día amargo. Estábamos en el área sur del volcán Cacahuatique, al este de Morazán. Supuestamente nos íbamos a mantener en esa área durante 4 días, para salir con licencia el 28 de diciembre, de acuerdo a la rotación normal de unidades. Es decir, nos iba a tocar estar en nuestros hogares con nuestras familias para el 31 de diciembre. Pero ese día recibimos instrucciones que en vez de salir el 28 de diciembre saldríamos hasta el 6 de enero. No solo eso, sino que nos tocaba atravesarnos todo el departamento de Morazán a pie, para relevar a otra compañía que estaba en Corinto, a 60 km de distancia a pie.

Después de caminar más de 50 km, nos quedamos en El Tablón de Sociedad a pasar la noche y reanudar la marcha al día siguiente. Los soldados estaban demasiado cansados para seguir la marcha.

Llegó el helicóptero a abastecernos del rancho (alimentos) para los siguientes 3 días. Como era Navidad yo esperaba que nos enviaran aunque sea una salchicha quemada además de las latas de comida normales, pero no nos llegó nada adicional a los abastecimientos normales. Ni una salchicha quemada.

Pero el piloto del helicóptero reconoció mi voz cuando hablamos por radio, pues yo había estado en el Batallón de Paracaidistas durante año y medio y casi todos los pilotos me conocían.

Sabiendo que era Navidad, el piloto me dijo que tenía que regresar al área de todas formas y me preguntó si quería que me llevara algo especial. Fue allí que le pedí algo especial para mis soldados. Le di el dinero y le pedí que me trajera algo para los 100 soldados que andaban conmigo. El piloto fue hasta San Miguel y regresó con esos deliciosos cakes Lido y las gaseosas que nos cayeron super bien después de esa gran marcha de 50 km bajo el sol, alejándonos a cada paso de lo que esperábamos iba a ser nuestra marcha corta para salir con licencia el 28. Ese fue un detalle muy especial de ese piloto a quien le estaré eternamente agradecido, porque nos hizo pasar esa Navidad mucho más felices. Un pequeño detalle que hizo una gran diferencia.

La próxima semana les cuento lo que nos sucedió cuando regresamos al cuartel de Gotera el 6 de enero, después de haber pasado en operación 10 días adicionales a los 24 días que teníamos presupuestados.

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